Hoy, 3 de diciembre, es el Día Internacional para las Personas con Discapacidad, y aún queda mucho por lo que luchar.
El pasado día 1, CERMI publicó este manifiesto.
En mis trabajos finales de mi Diplomatura en Turismo -circa 2008- me enfoqué en la Discapacidad y el Turismo, pues entonces ese era un Máster que podía realizarse, por ejemplo en Barcelona. Hoy día ese Máster ha desaparecido de todo centro universitario.
Según la Organización Mundial del Trabajo, en torno al 10% de la población mundial tiene o tendrá, bien temporalmente o permanentemente algún tipo de discapacidad. Más de un tercio suele ser por senectud.
La propia OMT ya insistía en la necesidad primordial del acceso laboral pleno para las personas con discapacidad. Tienen derecho a trabajar, y que su lugar de trabajo realice las adaptaciones pertinentes para su accesibilidad. La triste realidad es que es un colectivo con una situación laboral más precaria que otros colectivos. Ya explicaré en otro articulo a que se debe esto, pues la Discapacidad va a ser un tema recurrente en este blog.
En España la Ley reconoce una serie de Derechos -sobre todo a partir del 33%-, como es la gratuidad de créditos universitarios, así como la accesibilidad y adaptación respecto a los materiales, clases y evaluaciones de las materias.
Un amplio grupo de dolencias crónicas o lesiones nerviosas afectan a la motricidad fina de las extremidades superiores. En ocasiones, se da una incapacidad puntual -días en que se presenta un dolor agudo persistente que no alivia la medicación prescrita (ojo que, según el BOE vigente al respecto, en criterio de baremación de discapacidad en España, al menos sobre la evaluación de la extremidad superior, no contempla el dolor ya que se considera que es subjetivo)- ya que tiene relación con alguna dolencia de tipo nervioso o nervioso inflamatorio como por ejemplo: túnel carpiano, miastenia gravis, artrosis reumatoide o incluso lesiones obstétricas como el plexo braquial que puede afectar a la motricidad desde el hombro a los dedos de una persona. Por citar unas pocas. Estas dolencias no siempre ocurren simplemente por senectud.
En el colectivo de discapacitados, en el mundo anglosajón, se acuñó hace unos años el término spoonie, para referirse a este tipo de dolencias cuyo día a día suele variar la energía disponible. Comparando con un vaso y una cuchara, no todos los días se dispone de la misma energía en el vaso, y hay que dosificar sus cucharadas. Son días de reposo y mantita, y sobrellevar el dolor -para el que la medicina aún da poca solución efectiva-, y tratar de no frustrarse porque hoy no se ha podido realizar tareas habituales como cocinar.
En los últimos meses veo con insistencia en el colectivo ecologista el meme capacitacionista -del inglés ableism, a veces traducido por ableista o ableismo- por excelencia que da por hecho -para este caso concreto- que todo el mundo tiene capacidad para sostener, girar, realizar presión con un cuchillo a una pieza de fruta para poderla pelar y trocear.
No todo el mundo puede realizar esa actividad cotidiana, y no tiene porque depender de un acompañante para que le haga esa tarea para tener autonomía para comer su fruta diaria. Ya sea una persona joven o anciana.
Nadie debería tener que explicar su condición médica particular para poder comer.
Además, ese meme reitera otra discriminación más. Los ancianos. Luego nos quejamos que un empleo pide personas de una edad determinada (por ejemplo de 30 a 50 años) y que nos discriminan injustamente por eso, al excluirnos como candidatos por no entrar en esa horquilla de edad, en lugar de tener en cuenta nuestra experiencia, formación o capacidad para el puesto. Luego, nos preocupamos de la enfermedad mental, como la depresión y pedimos que se dé apoyo, asistencia médica, y nos alarmamos por las consecuencias de la epidemia de soledad de esta sociedad actual -que afecta, desde hace décadas en gran medida a las personas mayores que viven solas, no sólo a los jóvenes recién emancipados de sus casas-, pero no vemos el daño que hacen ciertos memes repetitivos a varios colectivos. Tan comprometidos que decimos ser, no nos aplicamos el cuento, porque nos damos el lujo de ser ignorantes voluntariamente.
Si uno se da cuenta, la mayoría de frutas disponibles ya peladas y troceadas -y que más se repiten en esos memes ecologistas- son dieta básica para las personas mayores: plátano y naranjas para refuerzo de potasio -evitar desmayos- y vitamina C -reforzar defensas-. Esto no tendría ni que tener que explicarse, pero oye alguno se da el lujo de tener un smartphone para no saber esto.
Por no entrar en otro colectivo que en determinados alimentos necesita una presentación plastificada como son las personas alérgicas, incluso las personas celiacas, pues sólo así se garantiza que durante todo el proceso no se ha producido contaminación cruzada que pueda dar lugar a una reacción adversa grave que requiera atención médica urgente, casi similar a la atención a un infarto. Este colectivo, se estima medicamente que es un 5% de la población, dándose recientemente un preocupante incremento en población infantil. Normalmente las alergias o la celiaquía son de por vida.
¿Acaso quienes insisten con esos memes pretenden que esa minoría del 15% de la población, no tenga derecho a algo tan básico como es comer con autonomía?
Y ahora me dirán que bueno, entonces que lo vendan sólo a esa persona, en determinada hora o determinada tienda. ¿se dan cuenta entonces del nivel de exclusión y discriminación que pretenden, casi de un apartheid, todo por darse el soberbio lujo de decidir voluntariamente ser ignorantes ante un colectivo diverso y minoritario históricamente discriminado, con el que no parecen querer convivir?
¿Y yo me pregunto que hacen las instituciones que no ven este ataque reiterado a este colectivo desde un sector concreto a un colectivo minoritario, y por tanto no lo consideran mensaje de odio, y no lo sancionan?





No hay comentarios:
Publicar un comentario