domingo, 9 de marzo de 2025

Sobre el debate en booktube acerca de el antiintelectualismo.

Por Booktube sigue debatiéndose desde hace meses el tema del "antiintelectualismo" -y el problema con el dark romance/romantasy/spicy-.

(No lo digo yo, lo dicen los que debaten).


De base: Aristóteles en La Poética refirió a Platón sobre los relatos como: un relato debe educar y entretener.

Esa era la premisa de la literatura hasta el siglo XX donde se separó y dio lugar a una línea academicista (según que etapa o enfoque habría quien incluso le daría un matiz político: "oficialista", "propagandista" -esto, hace unos años nos lo hacían ver así en Filología desde la época de la Literatura Medieval-) y otra que no.

Habría quien haría una división entre tradición escrita y oral y su influencia. No voy a entrar en esto, aunque tampoco lo descartaría como aspecto social, ya que en este periodo actual estamos conviviendo con lo impreso -papel, ebook- y lo oral -audiolibro-.


Tiene lugar el debate interno en bookstagram mientras una parte celebra los 20 años de Crepúsculo.


Booktrovertida casi dio en el clavo. Es filóloga. Un detalle que no me parece menor en este debate. 


Observando el asunto, con el bagaje de llevar 25 años en internet, tener formación en Turismo, Filología y en Biblioteca.

Objetivamente, llego a la conclusión que lo que ocurre es similar a otras etapas históricas en las que la tecnología afectó a la sociedad y por tanto a la literatura.


Cuando se creó la imprenta -como con la informática se expandió gracias a la pelea por la patente, incluso fue perseguida pero los gobiernos decidieron que mejor establecían una imprenta oficial en cada ciudad grande, con su censura y sus impuestos-, muchos autores se negaron a pasar por ese cambio tecnológico y seguían produciendo sólo en manuscrito porque no querían "perder calidad". No querían llegar a un lector distinto al que tenían. 

Dado que publicar en libro impreso implicaba pasar por una censura de contenido, incluso pagar unos costes distintos, podría plantearse la cuestión: ¿Eran anticuados o más bien antisistema?


Pasar a libro impreso permitía leer en otros espacios, en otros ambientes, y dio lugar a desarrollar otro tipo de historias, con otro enfoque, otra longitud del texto.

Se hacían presentaciones el librerías y había personas que asistían para piratear luego el texto. Existían textos piratas, apócrifos, etc.

Es bastante curioso documentarse más sobre el cambio que supuso la imprenta, -o hoy diríamos todas las fanfic -precuelas, secuelas, variaciones canónicas, etc- que derivaron del Amadís de Gaula-, justo en el periodo llamado Siglo de Oro. Cuando se declaró la primera bancarrota de un Estado, y vio la luz la obra magna: El Quijote.


Volvamos a nuestros tiempos, con la generalización de internet se dio lugar en foros, bitácoras, etc al llamado fandom, sobre todo entre -por aquel entonces- adolescentes. Fundamentalmente de series televisivas. 


Esta parte el lector millennial o zenial lo entenderá y le parecerá absurdo tener que explicarlo, pero la sociedad la conformamos diferentes generaciones conviviendo a la vez, y hasta tu abuela tiene instagram por lo que también quiere entender y poder participar en estas cosas, aunque sea con su generación.

El fandom de las series, entre temporada y temporada desarrollaban teorías de tramas, y poco a poco asentaban los tropos típicos del formato fanfic. Esto llegando un momento las series lo saben.
Generaban su vocabulario propio como el OOC (out of character, fuera del carácter habitual del personaje), si una trama era headcanon -canónica en muchas líneas argumentales de las fanfic pero no era un canon oficial en la serie) por citar unos básicos.

Las fanfic son relatos "breves" -realmente pueden tener extensión similar a una novela estándar-, a veces son una compilación de escenas por encargo, que pueden cambiar la ambientación, el género literario, incluso crean precuelas, secuelas, cruces entre series, crean algún personaje nuevo.
Por lo general, trabaja con un mundo creado, una personalidad de los personajes ya dada, en definitivo un código conocido por el lector y escritor de fanfic.

Al escritor le permite experimentar, colaborar entre el fandom para desarrollar una obra -a veces escriben entre varios autores, otros desarrollan fanart: ilustraciones, música, etc sobre el relato base- y recibir con prontitud una respuesta directa de parte del lector. 

Cosa que en una novela tradicional todo ello es más infrecuente.

Por lo general, un escritor hace 20 años no tenía redes sociales, y no interactuaba con los lectores de ese modo. 

Como muchas series para mantener enganchado a parte de los seguidores alargan un posible romance, crean triángulos amorosos, el fandom apoya a un par, o crea guerras contra el otro.

Eso asentó tropos como: enemigos a amantes, se quedan encerrados en un cuarto, comparten una cama, tienen que cuidar al otro personaje enfermo, les pilla una tormenta, etc.

Como a su vez los guiones de las series en los 2000 dejaron de ser para todos los públicos y pasaron a ser de género, se empezó a tratar otros temas delicados como el alcoholismo.
Las fanfics también lo hicieron, y de ahí nació el etiquetado, o trigger warning para avisar al lector y que leyese con precaución. 

Fanfic.net decidió filtrar y excluir determinados temas, lo que dio lugar a archiveofourown, donde no se filtraba tanto el contenido, incluso había quien cruzaba la línea y escribía relatos entre los actores y no entre los personajes.

Entre tanto con el asentamiento y generalización de internet, se podía autopublicar directamente en libro digital, casi sin intermediarios de ningún tipo (ni corrector ortotipográfico, ni corrector de estilo, ni maquetación, ni ilustraciones - eran cuestiones opcionales).

En espacios en línea, se establecieron retos a escritores en el mundo anglosajón como NaNoWriMo, que consiste en escribir una novela durante el mes de noviembre.
El premio: quien llegue al conteo de palabras requerido, el organizador se compromete a revisar, corregir el texto y publicarlo.

Y después llegó Wattpad que da espacio tanto a fanfic como a relatos.

Hay editoriales nuevas que publican en impreso solo de autores digitales, incluso etiquetan en la contraportada como se hace en las fanfic: enemigos a amantes, se quedan encerrados en un cuarto, spicy, etc.


El lector de fanfic lo hacía en digital, en su portátil, su móvil, su tablet. En cualquier otro espacio y momento del día distinto al habitual de leer un libro, y con la adicción que tiene esta sociedad al móvil más de un lector de fanfic pasa sus horas de insomnio leyendo.
Podías compartir tu parecer tanto con otros lectores, divulgar la obra en tus redes sociales en los espacios del fandom, como debatir directamente con el escritor de fanfic.

Podías seguir las redes sociales de ese escritor, romper la pared de la privacidad. Eso daba lugar a que más lectores de fanfic pasasen a ser escritores de fanfic. De pronto todo era mucho más cercano, una experiencia más compartida. Podría decirse que es parte de una experiencia generacional, como fue ir de intercambio en el instituto, de Erasmus en la universidad, o la crisis de 2008.


¿Hemos hablado en algún momento de sus lecturas fuera del fandom? No.

Hay escritores de fanfic que sí se les nota un bagaje lector, con referencias claras a determinados autores, estos normalmente escriben tramas más didácticas.

Pero también está dando lugar a escritores que quieren serlo sin leer novelas tradicionales.
O sea se alejan totalmente de la línea academicista, pues en estos 20 años, sólo han leído en digital, ya sea un ebook, autopublicado, fanfic o un best seller tradicional en formato digital. Incluso se inspiran más en videojuegos que en lecturas.

Y vuelve a ser cuestión de una experiencia generacional por la tecnología del momento. Es lo normal.
A mi prima de 15 años si le enseño un disquete cree que es una impresión en 3D del símbolo de guardar en el procesador de textos, pues el disquete es una tecnología que generacionalmente no ha conocido.

La inmediatez que ofrece lo digital está llevando a un uso compulsivo de las redes y cualquier otro elemento, que esté sólo a un clic de distancia. 
Escuchar en un bucle de 30 segundos las novedades musicales de la semana, en lugar de escuchar cada canción completa, porque "no tengo tiempo", pese a que así se tira igualmente 4 horas en el móvil.
Y los lectores no son ajenos a esto.

Por lo visto hay quien adquiere una novela sólo para leer las escenas spicy. 

Consumen un libro como hacen con una fanfic. Esto está sorprendiendo a muchas personas.


Ubicados, volvamos a Crepúsculo. Hace veinte años.

La fanfic más famosa de esa saga se publicó y se vendió como "romance" de señoras: 50 sombras.

El impacto social fue tal que rara es la serie de aquel entonces que no hizo al menos un guiño, más o menos sutil, en un episodio (Haven, Castle, etc).

El desarrollo de las series televisivas de género ha llevado a pasar de las series policiacas, a series sobre atracos, incluso al llamado true crime. Eso ha llevado a que una parte romantice ciertas personalidades, oficios, situaciones.

Obviamente eso ha debido de tener su repercusión en las fanfic, donde ya había autores que escriben por transgredir, por ir más allá, porque no todo son los poemas de amor y desamor de Garcilaso.

De esas sombras y cambios tecnológicos estos dark romance/romantasy/spicy y ese adquirir un libro solo para leer una escena. Parte de lo que se refieren por antiintelectualismo. 

Parte de la discusión sobre el dark romance, ya lo han explicado los canales de literatura gótica, el dark romance ahondaba en la psicología del personaje gris -ni es malo ni bueno del todo, no es que sea anodidno- y no fabular que entre a seducirte un ladrón mientras desvalija tu casa.

Otra parte es la influencia de goodreads -de las primeras plataformas que permitía registrar, puntuar y reseñar tus lecturas, compartir y conocer a otros lectores pero que con las redes sociales se ha venido quedando algo obsoleta- que ha promovido autores y enfoque norteamericano en la literatura.

Entre tanto surgieron los influencers, personas que dedican parte de su tiempo a entretener en redes sociales habitualmente con video -youtube, instagram, etc-: unos con intención didáctica tratan de divulgar conocimiento y otros puramente entretienen y son ingeniosos, tienen su carisma, su magnetismo, su chispa -no discuto que es un trabajo y le ponen mucha dedicación: viajes o eventos por trabajo, escribir guion, editar, publicar- que tanto colaboran con el mundo literario -"la editorial x me ha enviado x novela adelantada y os cuento", como con otros afiliados afines (plataformas de audiolibros, de ebook, joyería, gafas, infusiones, etc-. Y me parece correcto, es parte de la lectura y de su trabajo.

Ellos mismos han abierto debate sobre la influencia de goodreads y de las redes sociales -usar o no anglicismos como tbr -to be read, por leer-, bookhaul -comprar lotes de libros-, unboxing -desempaquetado de un libro recibido-, retelling -reescritura de un relato, habitualmente desde el punto de vista de otro personaje, esto tampoco es nuevo en la literatura-.
Hay quien tiene la sensación que el mundo hispanohablante se ha dejado llevar, y hay pocos influencers que pongan en valor a autores hispanohablantes ya sean fallecidos o actuales.
No tengo una opinión al respecto, más allá que entiendo que cada uno es libre en su canal de usar anglicismos o no, hablar de autores actuales o a no, hispanohablante o no, sólo estoy reseñando lo que veo que han venido expresado otros debatientes.

TODA esta confluencia. hace 20 años era impensable, pero las editoriales vieron que tenían que ponerse las pilas. Y han hecho bien en colaborar con influencers, en volver a poner en valor a determinados autores por ser X aniversario, en hacer más amena la literatura y no solo enfocarse en lo academicista que debido a las lecturas obligatorias escolares se perdían muchos lectores pues no se dejaba un resquicio a lecturas más cercanas en el tiempo, más relajantes, más divertidas o entretenidas.


A nadie le obligan a seguir a un bookstagramer u otro, cada uno es libre de seguir al que prefiera: solo al que reseña, al que analiza obras, al didáctico; por temática o época: clásicos, terror, ciencia ficción, romántica; sólo al que entretiene; a quien tiene más cercanía a tu edad o no -personalmente suelo distanciarme de generaciones posteriores a la mía precisamente por el cambio sociotecnológico, sencillamente me llaman cosas distintas por lo que no suelo seguir o interactuar con ellos pues creo que como cada generación, merecen su propio desarrollo- o a ambos tipos sin problema porque a veces apetece algo más academicista y otras algo más entretenido. Como creador de todos se puede aprender. Para gustos, los colores.

Con las lecturas es igual, una vez conocido estos distintos orígenes actuales de un texto, a nadie le obligan a leer o no academicista o algo más relajado que solo busca entretener.
Otro asunto son las editoriales.
Algunos influencers vienen acusando las traducciones con mala maquetación, erratas. Que algunas sagas las están presentando muy rápido, que están saturando el mercado con expandir tanto determinados nichos narrativos. Eso creo que deberían mejorarlo.


Entre todo este tiempo de cambio, aún hay concursos literarios, los talleres y masters de escritura están más que arraigados.

Cada autor es libre de seguir una línea, otra o alternarlas. Creo que deberían conocerse ambas. El autor academicista puede tener cosas que aprender del digital, y vice versa, aunque sea para no pisarse las mangueras.
Algunos influencers han venido acusando que algunos autores academicistas parecen haber querido probar con los tropos tipo fanfic pero resulta como leer la lista de la compra, y no queda bien hecho.


Sobre las fanfic comparto la opinión de Lorena Amkie.

Para empezar, adquirir el compromiso de escribir con asiduidad, para experimentar ciertas tramas o géneros, quitarse cierto miedo escénico de compartir la obra, ver si se entiende adecuadamente, para poder pulirse con consejos de los compañeros, lectores beta, etc me parece correcto.

No olvidando que el marco de la línea academicista es distinta y también deberían conocerlo, incluso si no quieren trabajarlo.

domingo, 14 de enero de 2024

Sam va lentín

 

Desde octubre que no escribía artículo nuevo.
Pronto voy a retomarlo, trataré que sea en formato podcast, mínimo semanal; uno sobre literatura (Nebulosa líquida) y otro sobre música (Carmen Canorus) -ya sea reseñas de obras, agenda cultural al respecto, algún "tecnicismo", etc-.
Ahora sí, al artículo de opinión:



Será porque dentro de un mes es la fecha que es, pero estoy viendo mucha discusión de si el amor debe ser así o asá.


Teniendo en cuenta que de las teorías amorosas (7 tipos de amor griego, los 5 lenguajes de amor) y que veo que el mayor fallo de mucha gente es ser muy rápida en iniciar una relación, que se dan poco tiempo a conocerse antes como amigos y si surge, surge y si no, no pasa nada.

Y teniendo en cuenta que muchas veces cuando me tiran ficha no me entero, pues para mi es más primordial un tipo storge -amor familiar- o agape -un amor altruista-. Y por estas cosas creo que la novela romántica no se me daría, pero luego las pocas piezas románticas que he compartido a lectores al azar me reseñan todo lo contrario, que son relatos con detalles muy bonitos, y me agradecen haber creado personajes así y darles esa voz, su voz que parece ser que nadie estaba mostrando.


Veo discusiones sobre que si se debe amar incondicionalmente, entiendo que aunque no fluya equilibradamente que la otra persona te quiera.

Creo que más correcto sería decir "amar inocentemente", quiere decirse no arrastras daños de relaciones anteriores, no comparar con ex anteriores, o haberte montado tu idea idílica de como es esa persona que te atrae -esto pasa muchísimo-), que las malas experiencias no condicionen las relaciones siguientes. Eso, no siempre es tan fácil, a veces sencillamente porque ni se dan el tiempo ni el ambiente para irse conociendo en diferentes matices de sus vidas, lo bueno y lo no tan bueno. Nadie es perfecto y todos tenemos ambos.


O que si tal cosa es tóxica o no. Cualquier exceso tanto por abundancia o por escasez suele ser malo. 


Por ejemplo, "si no te responde en 24h no le interesas porque nadie está tan ocupado como para eso".

Dile eso a un cirujano en una operación de +10 horas, a un transportista internacional, a un albañil, a un abogado en un juicio de horas. No lo sé, churri. No te emparejes con gente ocupada o que necesita tener buena concentración y separar su trabajo de tu atención constante.


1. Puede ser que la persona B crea que son algo que para la persona A no son. Háblenlo. Si no pueden hablarlo, claramente ahí algo no va bien. Trabájenlo.

2. Lo contrario tampoco es buena señal. Existe el lovebombing, habitual en personas narcisistas. Mucho mensaje, mucha adulación, incluso trasnocharse horas, pero es para su ego y no porque te quiera realmente, solo quiere conquistarte y ya. A veces no es que lo haga alguien narcisista, lo hace alguien puntualmente por despecho para subirse el ánimo. Si el narcisista se presentó constantemente como victima para apelar a tu empatía, te enreda de tal modo que a partir de ahí, sólo busca que le contemples y le resuelvas todo. Te tendrá en la constante de hacerte sacar agua del pozo de la empatía, nunca será reciproco y te acabará quemando, y entonces te culpará a ti de todo.

3. Puede haber personas que necesiten más tiempo -por cuestiones emocionales: porque la persona B les esté planteando algo que no esperaba, como es un interés romántico hacia ellos, o están procesando cambios personales y no se encuentran en el momento de iniciar un romance-y aún están observando qué está ocurriendo.


También leo mucho eso de la "falta de responsabilidad afectiva", y me planteo si a veces, quien tanto la pide, en su relación procura un equilibrio innato o sólo quiere que le escuchen pero no apoya, vamos, una atención unidireccional.


Que también parece que pasa mucho que hay quien no entiende que a ti lo mejor te nace hablar tus problemas pero a tu pareja le funciona mejor distraerse primero, por ejemplo, viendo una peli y luego contarte, o prefiere resolverlo sola porque no quiere preocuparte.

También hay quien no sabe apoyar, que agobia más con preocuparse en exceso.

O quien prefiere que la pareja sea sólo pareja y así pierden el ser amigos, con lo cual su pareja realmente no será su confidente, lo será otra amistad.


Por estas cosas a mis amistades siempre les planteo eso claramente "¿prefieres hablarlo o nos distraemos con algo?", porque no todo el mundo abordamos las preocupaciones o los problemas de igual modo. Y entiendo que a veces una persona solo necesita que la escuchen sin prejuicios, sin criticarles, quizá les ayuda tener otro punto de vista, una argumentación ordenada para poder resolver algo que en ese momento no se ven capaces de manejar, pero sin decidir por ellos.


Porque me parece que hay personas que caen mucho en un tipo de extraña codependencia, que tiene que ser sólo él/ella y su pareja las 24 horas y eso tampoco me parece saludable, que te tiene que comunicar todo el día, que parece que de autonomía personal poca porque por lo visto solo puedes hacer ciertas tareas con la pareja, que no puedes ir a comer con tus amistades, tu familia, o tu sola si quieres.


O que son celosas de que estés feliz con tu familia, o que tu hijo te pida verte el fin de semana -yo no tengo hijos, pero he visto casos-, y claro es que "os fastidia el plan".

Churri, si quieres tal exclusividad, no te emparejes con quien ya tenga hijos u otras responsabilidades. No es tan difícil. Si de verdad amaras sanamente a esa persona lo comprenderías y eso no te sería una queja constante.


Yo no sé si es por estar socialmente en esa transición pero veo muchas incoherencias de aparentemente "ser independiente" pero que me monten las estanterías porque yo no sé hacerlo, que por lo visto no hay atornilladores eléctricos para poder hacerlo una misma.

Que veo que mucha gente sólo está a emparejarse para eso, que les contemplen, que le piden atención constante a la pareja, que les escuchen habitualmente sus quejas constantes.

Quizá, quizá no te sale pareja por esa actitud tan negativa y pasiva.


Normalmente atrae más una persona positiva, con planes, con metas, con ilusiones, y en eso hay quien le cuesta comprender el esfuerzo que eso conlleva, que si estás escribiendo una novela te va a llevar meses de trabajo, trasnochar, llamadas, reuniones, tiempo, momentos y experiencias que no tienes porque ir con la pareja ni te tiene porque contar todo detalle. Y no por eso te quiere menos.

O estar celoso del contenido de tu trabajo, por ejemplo, como escritor- que si el argumento de un relato empezaba con una mujer que se mudaba a otro lugar tras una ruptura y claro "si escribes eso es que estamos mal", si no entendemos estas cosas mal vas-.

Si no entiendes estas cosas, no te montes películas de salir con un artista porque te van a pesar mucho todas las horas de dedicación a su trabajo y sus proyectos, y ya no te digo si te vas a encelar por el contenido de sus trabajos. Luego dicen de red flags. ¿que se supone que debe hacer un artista ante este tipo de celos por parte de su pareja? ¿autocensurarse? En mi caso, como escritora, tener que plantearme "de x trama o tema no voy a escribir por si mi pareja se pique o se cele". ¿Es eso saludable?


Que yo no me enteraré muchas veces cuando me tiran ficha pero sé que muchas veces se me ha atraído gente simplemente porque hago varias cosas, cosas que me gustan, me apasionan, simplemente porque soy una persona curiosa y resolutiva, que me gusta investigar y resolver, y eso por lo visto da un toque que confianza que atrae. 


Pero que sabré yo, que eso de que me tire ficha una estética o moda concreta siempre me ha dado igual, si no hay afinidades -manteniendo que cada uno es un individuo pleno, con sus diferencias-, unos valores -no significa ser un calco, pero sí poderse complementar instintivamente-, unas metas -personales, profesionales, etc-, proyectos -personales, laborales, profesionales, de pareja, etc-, comprensión -entender que no se tiene porque ser igual, que un extrovertido no tiene porque convertir a una persona introvertida-, sencillamente no me interesa. Que no soy de medias naranjas, sino de dos personas plenas que deciden tener un proyecto común, sin dejar su individualidad.

Otra cosa que mucha gente tampoco tiene en cuenta, -se ve que observan poco- a veces te llevas muy bien como tu amistad X pero no funcionaríais como pareja, y no pasa nada.

martes, 10 de octubre de 2023

PBO - Entorno educativo: matriculación, adaptaciones y demás

Tercera entrega sobre la PBO.

En esta ocasión vamos a tratar el ámbito educativo.



Actualmente la Ley educativa española reconoce el derecho a la gratuidad en la educación universitaria a las personas discapacitadas -siempre que lo acrediten con diagnóstico médico- así como a la adaptación tanto para las clases como los exámenes.

En la universidad donde estudio actualmente sí se cumple, incluso si uno tiene que repetir la materia de nuevo, la tasa pública es gratuita.

¿Porque?
Desde una Ley educativa de los 80 ya se contemplaba este punto, pero en leyes posteriores quedaba ambiguo, según si era un centro universitario público o privado.
Actualmente debe ser en todos los casos.
La Ley es general para cualquier tipo de discapacidad, pero muchas discapacidades requieren de un tratamiento o adaptación costoso -rehabilitación, terapias diversas, cirugías -que será gratis la sanidad pública pero desplazarte y alojarte no lo es- ortopedias que hay que renovar cada pocos años, necesidad de adaptaciones en la vivienda, el vehículo, etc-.

Antes esto no era así, de hecho en mi titulación anterior y universidad anterior tuve que reclamar por dos ocasiones al Rector al respecto y atendiéndose a su interpretación de la Ley de entonces, hicieron caso omiso -porque como yo me di cuenta en el último curso, para cuando lo reclamé me dijeron que "ha prescrito" y sólo me ofrecían una pequeña beca que ofrecían por su cuenta para los alumnos discapacitados, que bien por ofrecer la beca pero no estáis cumpliendo la ley-, lo que es peor, me da la sensación que a todos los discapacitados no nos aplicaban la ley respecto a las tasas públicas porque el software de registro era el punto en que no se aplicaba la Ley, por lo que me temo que estadísticamente el 10% de alumnos pagó cuando la Ley decía que no teníamos que pagar siendo un centro público.

O por ejemplo, en mi certificado de Inglés por CUID de la UNED, por aquel entonces, la Ley nos garantizaba gratuidad de matrícula pero debías aprobar el examen a la primera, si no, sí tenías que pagar la matrícula.

Actualmente como digo, los centros universitarios -ya sean públicos o privados- deben cumplir la Ley en esos dos aspectos.
En mi universidad actual se traduce en que efectivamente tengo gratuidad de tasa pública de matricula -el material de manuales, antologías, lecturas, etc sí tiene que costeárselo el estudiante- y además puedo solicitar diversos tipos de adaptación.
Al poco de realizar mi matriculación, el personal del departamento de discapacidad de la universidad me contacta para confirmar las adaptaciones requeridas o perfilar algún detalle al respecto, y puedo acceder a mi examen en su momento.

Actualmente mi adaptación consiste en responder en audio al examen de desarrollo -también hay opción de responder por escrito al ordenador- por lo que me acompaña el informático del centro.
Ya que en los últimos años, entre la tensión del examen -que ya comenté el estrés nos va al hombro y duele- el caso es que no puedo escribir la extensión que se requiere a mano, pues me duele y más una tanda de varios exámenes en un mismo día o o durante la semana.

De hecho es un tema que me afecta en parte psicológicamente pues es una de estas cosas que antes podía y ahora tengo que adaptarlo. A ordenador en el mismo tiempo de un examen puedo escribir más extensión -aunque como aspirante a escritora, me di cuenta el año pasado que también tengo un límite, que por ejemplo pretender escribir una novela corta a un ritmo de 10 páginas diarias durante diez días al final me duele, por lo que o tendré que escribir textos más cortos o con más pausas entre una sesión de escritura y la siguiente, eso o usar también un software de transcripción de audio a texto en el ordenador-.



Si leyeron el artículo de ayer se preguntarán ¿cómo no puedes escribir a mano en una extensión de un examen pero sí puedes tocar guitarra por una hora?
Por la posición de la extremidad al realizar una actividad o la otra.
Para escribir el cuerpo está más tenso, más flexionado, el codo se apoya en la mesa y si por compensación -como nos ocurre en muchos casos con la edad- el codo ha tenido algún episodio de epicondilitis, al final duele escribir a mano llegando un momento.
En cambio con la guitarra, el cuerpo está mucho más relajado, especialmente la extremidad superior, el codo apoya en una punto más amigable, curvo y liviano en la guitarra que por contra la dureza de una mesa plana, los dedos, la muñeca quedan también más libres y hacen una flexión mucho más amigable con la motricidad fina que el escribir a mano.



Cuando cursaba mi primera titulación, nunca tuve esa opción en la mesa, ni posibilidad de adaptación ni un abanico diverso al respecto. Todo lo más, me llamaba el departamento para que evaluase como me trataron los docentes y si podían adaptar de algún modo. Siempre sugerí una taquilla para poder dejar allí los manuales y cambiarlos de una clase a otra y no tener que cargar con los volúmenes pesados que también nos pueden perjudicar al hombro al cargarlos mucho rato en una postura fija. Tomaban nota empáticamente como lo solicitaremos, pero nunca llegaron las taquillas para nadie a ese centro.
También es cierto que por aquel entonces, en mi caso, no fue necesario pedir adaptaciones para los exámenes, quizá sí para el aulario con las taquillas.

Viajemos un poco en el tiempo, tengo 37 años, lo que significa que inicié preescolar en 1990.
Mi diagnóstico médico definitivo fue emitido en 1996. Normalmente hasta los 10 años no hacían tal diagnóstico porque mientras tanto el niño estaba siguiendo un tratamiento intensivo de rehabilitación, por lo que nuestro diagnostico inicial de bebé podría variar bastante con 10 años.



Con meses ya empecé a hacer rehabilitación diaria que seguía el método Votja, e incluía estimulación precoz y terapia ocupacional.
Mis mañanas de lunes a viernes desde antes de la escuela empezaban antes, y estaba tanto con rehabilitadores, monitores, psicólogos y otros niños con discapacidades diversas.
Como mi jornada empezaba muy pronto todos los días tras merendar hacia la siesta porque a esas horas ya estaba rendida.

Desde que tuve el diagnóstico -entonces no existía la asociación, y la mayor referencia que tenían mis padres fueron primeramente su médico de cabecera, mi primera rehabilitadora, después el traumatólogo, mis rehabilitadores y terapeutas y el personal del ahora IMAS- mi madre todos los cursos se reunía a principio de curso para comentarle mi caso a mi tutor y otros profesores, y presentaba mi diagnóstico médico.

Por lo que tengo entendido en EPG tienen una carta estandarizada para comunicar al respecto al centro educativo del niño. Espero que aquí se tenga una similar pronto.

Sobre todo, mi madre, incidía en que no me recriminasen mucho si por lo que fuese escribía más lento que mis compañeros.
Resultó que durante muchos años fui la alumna más rápida en completar los dictados -lo que me permitía charlar con mi compañero de pupitre y sin querer distraerle-.

Tomaba más atención con Educación Física por si en alguna actividad me pudiese lesionar.

Cuando ya recuerdo que era un trámite más serio fue cuando inicié el instituto -por aquel entonces en 3o de ESO, cosas políticas de mi región en aquellos tiempos- yo rellenaba mi solicitud de matricula, y presentaba mi documentación médica, ya que al caso era una anexo requerido.

No tuve problemas con Educación Física. Mis profesores, en caso que el deporte a practicar ese trimestre yo no lo pudiese realizar -ejemplo: lanzamiento de balón de peso- yo tenía que tomar nota de la clase práctica desde el banquillo y para la nota jugármela todo al examen teórico, ya que al no poder hacer la parte práctica no podía hacer media con la teórica.
Nunca me lesioné en clases de Educación Física.

Como mencioné en el artículo anterior, dado que siempre mencioné a mi traumatólogo el tema de la guitarra y nunca me dio la luz verde por tirar siempre del genérico de haz deporte: natación y bicicleta, el año que en Música dimos guitarra durante bachillerato por si acaso, le comenté mi caso al profesor y le remití a la documentación presentada en mi matricula y a que consultase al profesor de Eduación Física.
Nunca me lesioné en clases de Música. Ni siquiera requerí adaptación alguna como sí se hizo alguna vez en Educación Física.

¿Quiere decir eso que nunca me lesioné en mi adolescencia o en el entorno educativo? No.



Por entonces, traté de ser coqueta -esto lo trataré mejor en otro artículo esta semana sobre la estética- y hacerme una coleta alta yo sola en casa. Resultado: tendinitis en el hombro, tener que cortarme el pelo corto de urgencia -y todo el mundo creía que era fan de Chenoa porque era el mismo corte-, medicación para el dolor recetada por mi doctor de cabecera que poco me hacia y esperar a que se mejorase en unas semanas. Por eso no suelo llevar coleta, de hecho en los últimos años suelo llevar el pelo bastante corto.

En otra ocasión por la simpleza de tratar de recoger mi propio lápiz que se me cayó al pie de mi silla, al estirar el brazo repentinamente -no me levanté de la silla porque pensé, está cerca- otra vez una micro lesión.
No recuerdo haber comentado a compañeros del tema -bueno quizá sí, se enteraron por las clases de Educación Física en las que no podía participar y tenia que tomar nota desde un lado-, pero poco después si me volvía a ocurrir parecido otro compañero de mi clase gentilmente me recogía el lápiz.

Desde entonces he tenido la política clara de no recoger lo que sea hasta finalizar la clase, ya sea un folio o el estuche.

Eso me llevó a un pequeño conflicto en clases de Inglés de la EOI en una ocasión, porque al pasar entre las sillas de pala, se cayó el estuche de un compañero, y la novia de él me recriminó de ser maleducada por no recoger el estuche inmediatamente.
No tenía ganas de explicar algo que yo consideraba personal y privado.

Otras situaciones en que podemos parecer descorteses o maleducados en el aula o el centro educativo son:

Las mesas, en ocasiones, al ser muy voluminosas para la amplitud que podemos estirar los brazos nos puede costar manejarlas para desplazarlas en el aire de un lugar a otro.

No poder ofrecerse a ayudar al profesor a traer o llevar algún material voluminoso o pesado -las carpetas, el proyector portátil, etc-.



Ciertos manillares, -además de algunas puertas pesadas- especialmente los redondos que además tienen un botón de seguro que hay que pulsar a la vez que se gira.

A mi me ocurrió en una ocasión en radiología, quedarme encerrada por unos minutos en la salita contigua porque no podía abrir la puerta.

Pero sin duda el gran elefante en la habitación sobre lo que muchos padres nos consultan al respecto, es el temor al acoso escolar o bullying.



Frontalmente solo tuve un conato en el instituto que fuese claramente por mi lesión.

Una de esas ocasiones que tenia que tomar nota de la clase de Educación Física, por lo visto eso molestó a otra compañera que se ve que quería tener esa tarea en exclusiva.
El caso es que vino cuestionándome porque yo no hacia la práctica y tomaba nota en el banquillo como ella.
Le dije que no tenía porque decirle de una cuestión médica ni a ella ni a nadie.
Se ve que puso la oreja a algún maestro y entendió que la parálisis braquial implicaba que por alguna razón yo debía de tener un brazo biónico.

Tal cual, yo debía de tener un brazo steampunk y aquí sin saberlo pensando que simplemente tenía una mano frozen -como dije ayer- o una aleta de la suerte como Nemo.



En esa segunda discusión  -que me tropecé al entrar al aula-, el compañero que desde entonces siempre se ofrecía a recoger mi lápiz del suelo, me defendió, y la llamó mentirosa y meticona, y que aunque fuese cierto ¿porque tenía que estar ella picándose al respecto, si a ella ni le iba ni le venía el asunto?

Y no, ese compañero y yo no éramos amigos del tipo de pasar las tardes juntos, simplemente sentía una lealtad porque de niños habíamos sido vecinos de la misma calle, y nuestras madres debían de conocerse.
Tampoco recuerdo de niños que tuviésemos la costumbre de jugar juntos ni nada.

Por eso el consejo que damos al respecto a los padres, es que vuestros hijos socialicen pronto y en diversos entornos, que hagan amigos sin miedo a estas situaciones, porque muy probablemente siempre tendrán una amigo que en el momento necesario de un paso al frente y con ese sencillo gesto frene el intento de acoso escolar.
Si por el contrario, involuntariamente retraen de socializar por si solo al niño, le pueden estar perjudicando más de lo que su buena intención cree pues le puede afectar a socializar, a la capacidad del niño de adaptarse y resolver situaciones por sí mismo y por tanto perjudicarle en su autoestima.

Recuerden lo que ha contado El Langui varias veces, sus padres decidieron exigirle más -con cosas como ponerle el cacao en un estante más alto- porque no siempre podrían estar ahí para ayudarle. Siempre ha contado que no le retraían de socializar y que gracias a eso sus amigos siempre han sido conscientes de su situación y han tenido eso en cuenta para las actividades cuando salían.


En el próximo artículo sobre la PBO trataré sobre conducir un coche y los deportes.

Nos vemos pronto.

















lunes, 9 de octubre de 2023

PBO - Actividades de mantenimiento en la edad adulta: guitarra

Continúo con la serie de entradas respecto a la PBO por ser estos días la semana de Concienciación de esta lesión por parte de la asociación británica.

Como mencioné en el artículo anterior, al acercarnos a la franja de edad de entre 30 y 40 años, y sobre todo durante el periodo frío del año en el hemisferio norte (otoño e invierno), a veces ocurre por estrés, solemos tener dolor crónico en la extremidad afectada.

Reportamos episodios prolongados (varios días incluso) de dolor crónico en: hombro, cuello, espalda, a veces incluso entumecimiento u hormigueo en los dedos meñique y anular de la mano afectada.

Esto suele ocurrir independientemente del grado de la lesión, del tratamiento seguido -incluida cirugía-, o si han ocurrido micro lesiones posteriores.

En algunos casos afecta a la calidad de vida -y el estado de ánimo-, ya que necesitas más tiempo de descanso -puede afectar a tu ámbito laboral- requerir más visitas a médicos que no terminan de encontrar un tratamiento efectivo que nos ayude a aliviar ese dolor.

Por lo que solemos enfocarnos en encontrar algunas actividades que nos ayuden a mantener la movilidad y prevenir lesiones o dolores crónicos.

Unos compañeros tratan de dar con la tecla con el yoga -también hay algún caso que los instructores los han recibido de malas maneras-, otros incluso prueban el fitness, y otros probamos con la música normalmente alternando con guitarra para mantener la motricidad fina y la coordinación de ambas manos, y con la batería para trabajar otros aspectos como la coordinación con el resto del cuerpo.

Dicho esto vamos al meollo de mi caso.



En mi caso, empecé a notar dolor durante el otoño e invierno cuando me acercaba a los 30 años. Me extrañó, pues no recordaba que eso me ocurriese antes.
Mi primera medida fue usar en esas fechas buena ropa térmica.

Pero el problema persistía. Por aquel entonces, era más sedentaria y casera de lo que lo soy ahora. Pensé, quizá sea por eso, que últimamente estoy muy sedentaria, por lo que empecé una rutina de salir a caminar cada día.

Tomé nota que el frío me afectaba a determinadas horas, y el problema es que dolía el hombro, incluso notaba que afectaba al meñique y el anular. Y por lo que comentar a otros adultos en los espacios de la PBO es algo frecuente y que nos preocupa bastante.

Debido a nuestra lesión, en muchos casos, nuestro cuerpo no se auto regula térmicamente -ya que llega a afectar a la circulación sanguínea de la extremidad afectada- como debiera, por lo que la extremidad afectada puede entrar en hipotermia -y podemos tardar en darnos cuenta, incluso ni darnos cuenta porque como comenté en el artículo anterior nuestro umbral del dolor es distinto-, pues la extremidad afectada está a la temperatura ambiente y no a la corporal.



Esto lo he comprobado con diversos termómetros en invierno. Alguno electrónico da hasta fallo, pues no detectan menos de 30 grados. 
Vamos que en invierno tenemos una mano frozen auténtica.

Además de usar ropa térmica, empecé a usar mitones, me permitía tener algo más abrigada esa mano, y al tener la zona de las yemas abierta podía hacer otras tareas a la vez.
Incluso comencé a hacer rueda de hombro con la mayor frecuencia que me era posible durante la semana.

Y por cierto azar, llegó a mi un botecito de CBD. Con muchas dudas lo probé, y ciertamente en algún conato de crisis aliviaba pues su composición relaja internamente el sistema nervioso.

No quería tener que depender de tomar nada así que seguí buscando alguna actividad que me ayudase.

El vocal de la asociación estadounidense UBPN, es uno de los adultos divulgadores en YouTube, y en alguna ocasión además de mostrar como a veces como ayuda usa una férula para dormir, o como hacía fitness o natación como mantenimiento, también mostró como alterna él tocar la guitarra con tocar la batería también como actividad lúdica y de mantenimiento.

Como la guitarra y la batería siempre fue algo a lo que le insistí a mi traumatólogo y a mi rehabilitador pero siempre recomendaban sólo el genérico de natación o bicicleta -cosa que también he hecho por varios años-, decidí probar.



Aún recuerdo una noche en el porche de la casa de mi tio abuelo materno, por alguna razón salió una guitarra, y me fascinó ver que pulsabas las cuerdas y sonaba y era bonito. Quizá tuvo algo que ver que eran los 90 y estaba en la tierra natal de Narciso Yepes.

Desde aquella noche pedí guitarra en casa, pero lo más que conseguí fue que me regalasen esos reyes -aún no tendría yo los 5 años- una de juguete, que sólo sonaba la misma melodía si pulsabas un botón, pero que las cuerdas no sonaban. Y como a su vez el especialista nunca lo recomendó, pues esa actividad quedó olvidada en un cajón del tiempo.

No obstante mi interés con la música era todo lo constante que podía. Perternecí a dos corales escolares con el rango de contralto y aprendí por mi cuenta a tocar melodías en el teclado. Pero cuando nuestro director del coro escolar dejó el centro, se acabó el proyecto. Y como mi padre aún pensaba que el conservatorio de nuestra ciudad estaba a las afueras, no teníamos coche, finalmente no entré en plazo para acceder ese curso al conservatorio de nivel elemental.
Me enteré un año después que estaba cerca de mi barrio, pero para entonces el instituto me ocupaba tiempo con otras actividades extraescolares.



En el instituto nuestro profesor de música en bachillerato nos enseñó algo de guitarra pues era parte del temario y estaba el instrumento en el aulario, incluso un día nos montó una batería y todos probamos a tocar algún ritmo sencillo.
Sólo terminamos la tarea un compañero heavy, que era batería en una banda, y yo.

Antes de la tarea pensé que me sería imposible coordinarme con un ritmo concreto, pero para mi sorpresa y autoestima fui capaz. Pero como ya se me ocupaba la tarde con otras actividades extraescolares (inglés y francés en la EOI y teatro en el instituto) no traté de aprender más.

Y con 19 años, mi madre me regaló una guitarra para aprender. Fue de sus últimos regalos -guardo y siempre guardaré esa guitarra como oro en paño aunque sea tan sencilla-, pues esas Navidades un ictus se nos la llevó.

Pasaron otras cosas que no son relevantes para este artículo salvo que el año que viví de nuevo en Valladolid quise retomar la guitarra de modo autodidacta y me compré una guitarra eléctrica, pero otras cosas ocupaban mi agenda y perdía una y otra vez la disciplina y continuidad que permite progresar.



 Y este enero de 2023, como nueva propuesta de año y por una academia de música -que comencé a seguir por Facebook por unas amistades del instituto- me acerqué a preguntar si aún podía incorporarme.

No tenía la idea de salir con la maestría de Paco de Lucía, pero sí tenía de referentes a Django Reinhardt y Toni Iommi, aunque ellos sabían tocar guitarra antes de sus lesiones, y estas les afectan a la mano izquierda, no la derecha como mi caso. 

A estas alturas de mi vida, prefiero enfocarme en lo que puedo hacer a abrumarme por lo que no, así que asumiendo que quizá alguna técnica me costase más, o no pueda hacerla, aún así decidí probar.

Obviamente algo le comenté al respecto a mi maestro de guitarra clásica -que además tiene formación de musicoterapia- más que nada por dejar claro que quizá alguna técnica me costaría más y que lo asumo.

Durante 6 meses, he ido dos horas seguidas a clase una vez a la semana.
Al principio temí que quizá dos horas seguidas sería mucho, pero no afectó a la mano.

Para avanzar, como tantas cosas en la vida, -como los años de rehabilitación pediátrica que llevamos a las espaldas- es cuestión de constancia. Así que todos los días -motivada por aprender bien las notas en su traste y cuerda correcto- repasaba de nuevo el repertorio de clase, ya que como el curso empieza en septiembre, mis compañeros iban un poco más avanzados y quería ponerme más al nivel del resto del grupo.



Vi que el modo de pulsar la guitarra clásica, me ayuda mucho a la motricidad fina, a ejercitar los dedos, a coordinar bien ambas manos, y a aprender bien a ubicar pues en la referencia correcta de clásica a cada cuerda le corresponde un determinado dedo como vemos en la ilustración de este párrafo.
Además que el modo de posicionar o sostener la guitarra, el punto donde apoya el codo, me queda relajado.

Sea por la guitarra, sea por todas las otras rutinas preventivas, el caso es que desde que empecé a aprender guitarra no he vuelto a tener esos episodios de dolor crónico en la extremidad afectada.

De hecho, en junio hicimos un recital con el resto de compañeros de la academia, y recibí inesperadamente bastantes halagos.

Ese mismo mes la academia iba a participar en un reportaje sobre historias de superación, y no participé porque no consideraba que mi historia vital fuese eso, para mi era algo muy personal, al punto que no lo veía algo especial.

Ese mismo mes también se dio una convivencia de toda la academia fuera del aulario y ya comenté a mi maestro de clásica que para este curso quería tratar de alternar clásica y eléctrica, o clásica y batería.
El maestro de batería me hizo una pregunta a la que le di vueltas durante horas. ¿qué quieres expresar cuando tocas música? 
Mi primera respuesta, ya que venía de un ámbito más literario fue: no lo sé bien, porque perdí mi voz narrativa. (Ya explicaré más adelante en otro artículo en esta bitácora cómo perdí mi voz narrativa).

24 horas después, por casualidades coincidí con el maestro de batería en un concierto suyo, al final se acercó a saludar a las mesas, y le dije que tenía respuesta: esperanza, resistencia y crear puentes.



Finalmente este septiembre he empezado a alternar con ambas guitarras, pues ya tengo ambos instrumentos, y estos desarrollan técnicas distintas, y me pueden ayudar de modo distinto al mantenimiento motriz.

Con la eléctrica al tocar con la púa, bien sobre la misma cuerda, o alternar entre dos cuerdas, o ascender o descender de una cuerda a otra, o saltar entre varias cuerdas, o el rasgueo de acordes -la clásica también hace rasgueo de acordes- me ayuda a hacer cierto ejercicio en la muñeca.
Hay que enseñar a la extremidad -más la mano izquierda en los trastes que la derecha en las cuerdas- a hacer cierto reposicionamiento rápido al subir o bajar a lo largo del mástil, etc. 
Es cierto que la posición es distinta a la clásica. En la eléctrica noto que el codo requiere estirarse algo más, pero sigue siéndome una posición relajada.

De todos modos, los maestros se preocupan mucho de la parte ergonómica al tocar todo el alumnado, nos recuerdan que no estemos tensos, que relajemos el cuerpo. Incluso se hace ejercicio al respecto.

Este curso la academia ha empezado a dar la opción reglada, que equivaldría al Elemental de música, según tengo entendido, eso me permitiría dar clases. 
Por lo que pensando que seguramente a otros compañeros poder aprender guitarra les ayudaría mucho, me fue motivación suficiente para ponerme esa meta personal.
Aprender todo lo posible para poder enseñar a otras personas con mi lesión, tanto para ayudar en la motricidad como para el autoestima.



La parte del autoestima es importante. Ver que vas aprendiendo técnicas que te parecían casi imposibles, piezas y un repertorio que no te creerías que podrías aprender, y la convivencia de los compañeros en las clases.

Quizá podría haber dado clase privada, pero seguramente habría sido un error en ese sentido.
Me anima poder ver que no soy yo la única que le cuesta hacer determinada técnica o acorde, hasta que al final sale.
Si diese clases particulares podría pensar erróneamente que "bah esto no es para mi, es muy frustrante, mejor lo dejo" con sólo un mes de clase.

Uno de los primeros días de este curso, que por casualidades tenia clase de eléctrica y a continuación de clásica, el maestro de batería me comentó ¡que dedicación!
Y hasta ese momento no caí, que yo misma me había puesto la meta que he comentado antes: aprender todo lo posible para poder ayudar a mis compañeros con PBO en la asociación española.

Poder aconsejar aprender algún instrumento como la guitarra o la batería como actividad complementaria, o realizar algún taller -con la experiencia propia personal de que nos puede costar más aprender o menos- en alguna de las convivencias de PBO en el futuro, no sólo por el aspecto motriz sino también por el psicológico.



En el próximo artículo explicaré mi experiencia en el ámbito educativo o escolar.



Nos vemos pronto. 










domingo, 8 de octubre de 2023

Reino Unido celebra la semana de la concienciación sobre la PBO - Aspectos psico-sociales I

Este sábado se inició la semana de la concienciación sobre la PBO en la asociación británica Erb's Palsy Group - EPG.


Hace una semana la asociación estadounidense (UBPN) se hizo eco del informe "el impacto de la PBO sobre la salud y calidad de vida en la edad adulta" (el informe está en este enlace -en inglés) y destacaron la preocupación que manifestaron sobre el aspecto psico-social los encuestados adultos.

Por ello en los siguientes días iré explicando más sobre esta lesión en general, su aspecto psico-social, y el impacto en la calidad de vida en la edad adulta.

Para empezar, aquí tenemos un artículo en castellano bastante completo sobre qué es la Parálisis Braquial Obstétrica, o PBO, por sus siglas.

De media sigue ocurriendo en 1 de cada 1000 nacimientos.
Según la estadística de nacimientos en 2022 en España, significa 239 bebés, sólo el año pasado.
Entorno a la mitad de los casos es muy leve y el bebé se recupera por sí mismo en el primer año.

Pero no todos los casos se auto recuperan.
Esto significa, según estadística, que el año pasado, 164 bebés precisarán seguir algunos de los tratamientos -incluida cirugía- que explica el artículo anterior.

Pese a ser una lesión neuro-motriz, que en muchos casos posteriormente, aún en etapa pediátrica, obtiene un diagnóstico médico de discapacidad motriz o física, en ocasiones por su incidencia estadística se la clasifica como enfermedad rara. Otros la incluyen como discapacidad invisible.



Cada persona tiene las particularidades específicas de su caso, entre otras cuestiones qué tipo de tratamiento ha seguido y por su evolución -si ha tenido micro lesiones posteriores, o algún accidente como alguna fractura, tendinitis, rotura fibrilar, etc-, pero generalmente en los espacios asociativos tanto de "padres de", como de "adultos con", se reportan experiencias similares.

Mi generación, somos de facto, los primeros que vamos a poder aportar datos sobre cómo evoluciona en la adultez y en nuestra vejez, por eso estos tipos de informes y la semana de concienciación son importantes.



Respecto al aspecto psico-social, en ocasiones algunos compañeros no lo comentan en su entorno para no preocupar -pues les afecta al autoestima, sobre todo durante la adolescencia- pero en eventos tan sociales como es comer -muchas veces es un evento público importante dentro de la comunidad a la que pertenece el individuo (o un entorno nuevo al que quiere pertenecer como es el entorno laboral), como son momentos tan cotidianos como la convivencia con compañeros en la pausa para comer en el trabajo o la escuela,  como eventos más emocionales como un cumpleaños o de gran aforo como un banquete de bodas- podemos retraernos y evitar participar. Con lo que toda la socialización que se produce entorno a comer, normalmente al rededor de una mesa, en convivencia, con charlas distendidas, donde se crean nuevos o se afianzan lazos, nos quedaría limitada al decidir retraernos y no participar.

¿Porqué podemos retraernos o evitar participar?
Durante la comida, nuestra lesión suele ser involuntariamente evidente por cómo sostenemos el tenedor, la cuchara, el cuchillo, o simplemente por como sostenemos un plato o un bocadillo, ya que el codo "queda saliente" lo cual involuntariamente llama la atención, el tenedor lo sujetamos en muchos casos con el puño "como hace un niño pequeño" pero de otro modo sosteniéndolo sólo entre el índice y pulgar apoyado sobre el dedo corazón, es decir, como con un lápiz, nos falta o bien fuerza o bien movilidad de giro en la muñeca -o ambos- para sujetarlo adecuadamente con autonomía para algo tan básico como es comer -por uno mismo-.

Yo he tenido experiencias desde que niñas me preguntasen descaradamente ¿porqué coges así el bocadillo? a tener que aguantar miradas curiosas o inquisitoriales de otra mesa en un restaurante por como sujeto el tenedor. Incluso tuve que aguantar que personas muy cercanas, durante toda mi adolescencia, directamente me recriminasen "coge bien la cuchara, así la coges como una niña pequeña". Lo siento, pero de otro modo no puedo, y no es una cuestión voluntaria de falta de modales en la mesa.

De hecho hay padres de infantes con PBO que se han dado cuenta que su bebé tarda en tener autonomía para comer solo porque al tener que realizar un movimiento tan repetitivo, el hombro/codo/muñeca se les resiente y manifiestan cierto dolor o molestia. Algunas personas con PBO, asesorados por sus rehabilitadores, requieren de algún diseño particular de los cubiertos.

Puntualmente eso me ha ocurrido a mi, cuando siendo más joven tuve alguna micro lesión. Durante unos días, comer con cuchara o tenedor llegaba a ser doloroso por ser un movimiento muy corto y muy repetitivo, así que tenía que tomarme pausas y no comer tan rápido.
Quizá por eso siempre he tenido fama en la familia de ser de comer pausado.



Otro detalle psico-social, mucho más inconsciente es que al saludar a una persona por mucho aprecio que le tengamos, podemos parecer fríos o retraídos en el trato, pues evitaremos un contacto con nuestro hombro o codo afectado.

¿Porqué?
Nuestra lesión puede implicar que nuestro umbral del dolor o es más bajo o es hipersensible en determinadas zonas de la extremidad superior.
Normalmente, en los dedos la sensibilidad es baja, lo cual puede suponer un ligero peligro, por ejemplo, si hay fuego implicado. Te puedes confiar al remover una sopa aún al fuego. Afortunadamente no me ha pasado pero hay compañeros que sí han tenido algún susto cocinando, bien por la temperatura -esto lo explicaré mejor en otro artículo-, o bien por el uso del cuchillo.
En cambio, la parte trasera del hombro -justo donde en la foto se apoya la mano sobre el hombro- suele ser más sensible, y en seguida notamos un contacto, sobre todo su delicadeza o no.

En mi caso particular, justo en el punto concreto del hombro que se muestra en la imagen anterior, si recibo un golpe repentino como puede ser una palmada amigable, o tocan con los dedos de un modo "punzante", me puede suponer, horas incluso días de dolor que me dificultan poder realizar tareas cotidianas.

Por ello, es como un acto reflejo para mi, tratar de evitar ese contacto. Y eso no significa que no aprecie a esa persona. Puedo saludar afectuosamente de otro modo -de hecho a mis personas muy cercanas suelo saludarlas con un prolongado abrazo-, o sencillamente que me de ese saludo efusivo en el otro hombro. Claro, si no lo sabe, no puede tenerlo en cuenta. Por eso, estoy empezando a llevar una pulsera en el brazo no afectado, para indiciar subconscientemente que ahí sí pueden saludarme con una palmada. Antes, en invierno, solía llevar siempre un mitón en la mano afectada, para avisar subconscientemente de lo contrario, a ese lado no me contacten tan efusivamente.

Ya me ha pasado este último año, que una persona afectuosa iba a saludarme e instintivamente mi hombro afectado evita ese contacto, lo cual creo que fue un poco chocante o incomodo para la otra persona. Afortunadamente eso no ha cambiado el trato afectivo con esa persona, pero tampoco hemos hablado de ello. Lo siento si le pareció descortés de mi parte.

También me ha pasado con otra persona del mismo entorno, justo lo contrario. Esta persona siempre ha tenido un gesto delicado de saludo afectuoso conmigo, simplemente posando levemente su palma sobre mi hombro, más como una caricia que como una palmada. 
Obviamente, ese otro gesto, me da más ánimo al autoestima.

Y lo que más me sorprende de ese segundo caso, es que yo no he tenido ocasión de explicarle a esa persona mi lesión. Supongo que genéricamente algo sabe, porque algo he comentado genéricamente en el entorno común, sin entrar en detalles tan concretos como en este artículo.

Esa es otra, antes no solía hablarlo, por unas razones u otras, pero conforme crucé cierta edad, sí he tenido la necesidad de explicar la lesión y mi caso a algunas personas o en entornos como el universitario.

En el próximo artículo explicaré mi experiencia con el dolor crónico al acercarme a los 35 años, y que actividades de mantenimiento me están ayudando a prevenirlo, de hecho hace como un año que no he vuelto a tener periodos de dolor crónico.

Nos vemos pronto.










domingo, 8 de enero de 2023

Miedo




 Titulo: Miedo (Página sobre el libro en la editorial)
Autor: Stefan Zweig
Editorial: Acantilado
Páginas: 144
Colección: Cuadernos del Acantilado, 85

Sinopsis:

"Irene Wagner lleva una vida acomodada y sin preocupaciones junto a su marido y sus dos hijos. Sin embargo, tras ocho años de matrimonio, los bailes, el teatro, la ópera y otras actividades sociales se le antojan predecibles y anodinas. Así, más por fantasía novelesca que por auténtico deseo, inicia una relación con un joven pianista. Pero pronto una mujer la descubre cuando sale del apartamento de su amante e Irene se ve obligada a ceder a un terrible chantaje. El terror de ser descubierta por su marido y de perder todo lo que posee y, ahora descubre, tanto necesita y ama, la sumirá en una tormentosa pesadilla. Escrita en 1913 y publicada por primera vez casi una década más tarde, Miedo es una de las nouvelles más sobrecogedoras de Stefan Zweig, con un final tan sorprendente para la protagonista como para el lector."


Mi reseña:
Adquirí el ejemplar en la librería La Montaña Mágica el pasado diciembre. La adquirí porque de un tiempo a esta parte oía mencionar mucho a dicho autor -ejemplo este artículo de El País- y me la encontré en una de mis visitas a la librería.

La editorial Acantilado viene publicando buena parte de las obras de Stefan Zweig en castellano, otras 42 de sus obras a fecha de hoy.

Se trata de un relato fácil de leer -se lee perfectamente en 60 o 90 minutos-. Con pocos personajes, y una única trama principal que va avanzando en la voz interior de Irene. No hay cruces de puntos de vista y los diálogos son escasos y breves.

Aunque ciertamente psicológicamente ante algo que la percepción intuye como amenaza -lo cual suele provocar miedo, terror, pánico incluso- se tiende a dos opciones primarias: huida o confrontamiento. O sea retraerse, procurar evitar la amenaza, incluso evadirse o confrontarse, o sea, dotarse de herramientas, argumentos e indagar y contrastar. Adivinen entonces que opción tomó Irene.

Me sorprende la voz interior de Irene, cómo maneja el asunto del chantaje, al punto que el final me sorprendió y me hizo cuestionarme varias opciones, inclusive que después de todo se tratase de un caso de luz de gas, incluso que hubiese sido todo una alucinación, o una confusión de Irene, quizá por su personalidad psicológica o como resultado de su vida ociosa, una suerte breve de Don Quijote contra los molinos de viento.

Se trata de un caso de involuntariamente ir haciendo la bola más grande, por no hacer una reacción lógica. Algo habitual cuando se siente miedo de verdad, no se suelen hacer reacciones lógicas, porque el propio miedo desata una cascada ansiosa de pensamientos intrusivos psicológicamente terroríficos que plantean cualquier alternativa lógica como el peor escenario posible, lo cual retroalimenta el propio ciclo de ansiedad-terror.

Al caso, hay quien discutiría si se trata de un miedo o meramente de la mala conciencia de obrar mal a sabiendas. En esta ocasión no voy a entrar a discutir ese aspecto, porque nos extenderíamos mucho en la reseña.

El personaje de la chantajista parece plantear una critica a la acomodada y ociosa vida burguesa, pues se encara de tal modo, pero dado el final me surge la duda si esa era parte de la pretensión del autor o no.

Hay pasajes que me resultaron tristes de leer, debido a las propias conclusiones de Irene respecto a ciertas situaciones y dado el final de la obra me hubiese gustado saber ¿tras esa tormenta personal, qué ocurre después entre Irene y Fritz?

lunes, 2 de enero de 2023

Horizonte de estrellas

Título: Horizonte de estrellas
Autor: Víctor Conde / Guillem Sánchez
Páginas: 304
Editorial:  Minotauro (página del libro en la editorial)
Género literario: Ciencia Ficción



Sinopsis del libro:
"Soleyko es una ingeniera que ha decidido dejar atrás su vida, la tierra y la relación de su pareja para embarcarse en una misión colonizadora en una nave con 200.000 colonos. Se trata de una expedición conjunta con los idor, una raza alienígena que coopera con los humanos a pesar de todas las diferencias que los separan (desde la más evidente como la anatómica hasta la más profunda como la capacidad de ficcionar: su mundo se divide entre certidumbres e incertidumbres).

Soleyko despierta de la hibernación cuando la nave parece haberse desviado de su ruta. Los viajeros en las vainas han empezado a mostrar mutaciones en su ADN y en el mismo punto en el que ellos se encuentran hay una enorme nave que parece ser de los ker, una civilización de la que apenas se sabe nada."

Aquí podéis ver la entrevista que le hicieron a Guillem en Laberinto de papel en Xataka TV.
(Me resultó muy curioso lo que dice sobre la Space Opera).

Se trata de la novela ganadora del premio Minotauro 2022.

Mi reseña:

Es una de las novelas a la que le tenía más ganas, y la encargué en una de las librerías locales de referencia tan pronto como supe que ya se publicaba este otoño.

Como nos cuenta la sinopsis intervienen 3 razas, una terrestre y dos alienígenas, los idor y los ker.

A lo largo de sus 20 capítulos nos presenta a Soleyko y cómo pasa de embarcarse a la misión, cómo despierta de su hibernación y el encuentro con los ker.

La novela tiene a veces un toque poético y a la par onírico, algo que inclusive llega a decir la propia Soleyko.

Intervienen personajes como el idor Rhen, Zebya la médica de la nave Galaxian, Tyle un militar de la nave Galaxian, Kerenzov el lingüista de la nave Galaxian, Laxb un ker, Svastis la capitana de la nave Galaxian, Teresa la xenobióloga de la nave Galaxian.

Nos plantea temas antropológicos, como el contraste entre cómo se perciben y relacionan unos grupos con otros, por ejemplo los idor son extremamente racionales y cómo eso les produce extrañeza respecto a los humanos, lo cual da lugar a varios momentos cómicos o hilarantes entre Rhen y Soleyko.

También plantea un problema físico -razón por la que los Ker hacen lo que hacen- y filosófico - razón por la que los idor hacen lo que hacen-, como  clave con el final de la novela.

Tiene una ambientación de ciencia ficción con naves espaciales, pero también guiños a otros géneros como la fantasía onírica incluso el terror lovecraftiano.

Para el lector de fantasía académica debería leerlo con un enfoque similar a "El reino de este mundo" de Alejo Carpentier, con los ojos de un encuentro extraordinario para el foráneo pero cotidiano para el lugareño, o sea lo real maravilloso.

Muchas escenas de Soleyko y de Zebya me han maravillado enormemente, su intervención con los ker, incluso en su propio mundo, un paraje que me ha resultado fascinante todo su desarrollo tecnológico que rebasa incluso el transhumanismo, aunque esto ya lo vemos en la propia nave ker, nombrada Tarpaulin por los terrícolas, cómo funciona y que contiene esa nave.

De hecho la ambientación que describen ambos personajes me ha recordado gratamente a la serie de fantasía Sandman, quizá por las descripciones tan oníricas, aunque repito la novela es CiFi.

"La esperanza no es más que una forma negativa de pesimismo" Soleyko.
De hecho esta frase en concreto, me ha recordado mucho al propio Sandman/Morfeo, en aquella batalla de "soy la antimateria" vs "soy la esperanza".

Sobre el debate en booktube acerca de el antiintelectualismo.

Por Booktube sigue debatiéndose desde hace meses el tema del "antiintelectualismo" -y el problema con el dark romance/romantasy/sp...